martes, 25 de enero de 2011

fragmento

"...se acelera el corazón, tiemblan las manos frías de temor, se acentúan millones de palabras egoístas que, desconocen el papel i que hacen de este escribir, un proceso lento i confuso. Convocan sentimientos estivales e invernales a la vez. Se congela el pelo al viento i derrocha energía valiosa al respirar apurado. La pluma se estaciona en el suelo, entre tierra i piedras, se presiona i cesa el movimiento arbitrario. Comienza el movimiento de la idea que se vuelve silencio. Callado al sol, analizado por mentes de estudios metódicos, analíticos del suave murmullo que ronda por estos espacios desolados i oscuros. El beso se hace excentricidad cuando llueven sensaciones de vulnerabilidad. Viajes que aprietan el pecho agitado i nervioso. Incertidumbre de una bondad bifurcada entre el hacer i el decir. Lo que se quiere i domina la acción básica. La amplitud térmica se hace ajena a los mares que nos circundan. El joven de sombrero de ala ancha i torso estrecho que sueña con un momento de paz. Palabra que se conceptualiza en el inconsciente que no existe más. Transmuta en una jovialidad auto convencida entre el cerco i la libertad. La soledad se dibuja con pincel grueso i roído por el tiempo añejo i obsoleto. Carcajadas entre las notas que suenan a lo lejos i se hacen canción. Las hojas se hunden i se ensucian con caracteres que desdibujan una pausa. Una espera. El folclore llena vacíos otorgados con ese fin. Y es sólo el comienzo de muchos que vendrán i que quedan detenidos por índices de multitud. Agradecimientos de los pájaros que, haciendo reverencias, cogen los frutos que el árbol, circunstancialmente, deja caer. Está en su naturaleza i equipara los deseos en clave, un contagio de sabores. Ay, la magia. Cómo olvidarla, si la desconozco en la distancia. Lo onírico i lo imaginado se funden en un temblor angustiado. Y la terapia, es la misma masa indescifrable de este tejido empírico que abarca doce vidas al unísono. El humo de las nubes, que brillan por su ausencia, suavizan el pensar sinuoso i acalorado que lo hacen prisionero liberado. Se enfatizan respuestas sin preguntas i viceversa. Escucha las sombras que se opacan con su nitidez, olvidado en un banco de madera. Barnizado por el sol, que borra el frío despertar i baña vuelos que terminan cayendo al agua congelada. Miradas que observan i no ven. Domina el orden de ladrillos que construyen refugios en Do Mayor. Una escala en tonos menores i sostenidos. En el consuelo del reflejo i estallidos mudos. Se grafica la germinación de esa semilla que alimentará aves migratorias. Sucumben los suspiros i en los arenales los mismos minerales. La piedra se levanta en ese respiro de la tierra que nos siente nacer i recibe vendavales de animales siderales. Se configuran nuevas especies. El derrumbe se hace misterio inmóvil. Transgrede virtudes i cualidades de las ciudades. Todo un mar de gente humilde habita en mi piel, que se niega a endurecerse i hacerse áspera. Me visto desnudo. Aplaco el ruido con el sonido de mi voz. La creación avanza con soberana rapidez en una delgada tela de juicio. Una búsqueda seguida de equivocaciones de mariposas que pulsan cuerdas i teclas. Hago leña de mitos caídos i tallo en ellos figuras desconocidas, que guardo en el bolsillo esperando la paciencia para conocer el fulgor del día i su tarde. Reproduzco escaramuzas celosas que se acobardan en el susurro. Nombres que se repiten por error o antojo. Conversa con pulgares entintados de indiferencias i similitudes que se disipan frente al espejo. La corteza se agrieta i convergen imaginarios insustentables. Pierde el ritmo. Se calma el pulso i se irregulariza el escribir, mezcla de ansiedad i satisfacción. Se funda la confusión i se encierra en círculos con una trazo inconstante. La mueca se alarga, se extiende, se deja ir i reposa bajo el manto en blanco. Otro papel, lápiz cuadriculado fácil de borrar. Volvamos a pintar el paisaje que hemos soñado. Y esto, no es más que un puñado de letras que se han pillado i encerrado en una burbuja que se eleva i se revienta en el aire..."