jueves, 3 de septiembre de 2009

A ver...

Recurro a la cordura flaca y a la locura larga de tópicos alternados en dicotomías de viajes y paternidades pedagógicas. La nieve al costado en el que estoy recostado, hiela las manos frías de calor y color. A veces escribo en mi cabeza, y pienso con las manos recorriendo el cuerpo que amo, y no soy amo. Siento estrellas que ilumina la reflectante visión del puerto y sus luces que nos esconden en ausencia de ellas. Que suene la voz de los barcos, que mi silencio quiere escuchar el tono medio loco de tu canción.

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