Como esas hojas de la flor que intercalé con las páginas de tu libro. En ese, donde nos describe de la mano,vararon los pétalos de la flor que daba vuelta, quedaba frente al mar. Bueno, en ese capítulo se posaron. Entre las melodías de la canción madrugadora, tendí la hamaca que nos mece a la siguiente luna. Tú con una, justo a la una. La mañana oscura vuelve hoy día en la tarde, al mediodía. Te encuentro prendida a mi mano, tal vez por la canción. Le bajo el volumen a todo, incluso al silencio. Shh! Sí, ahora sí. Cuerdas y vientos. Esta noche corre el agua. La vida es magia. Se olvida de día, pero a veces se sueña. Queda mucha todavía. Dejo esto hasta aquí, Me voy, a vivir un poco de lo que dejé huir.
espero que las letras te sanen y maten los dolores...y que al dejar que las podamos ver cicatricen tus hermosas heridas...
ResponderEliminarseguiré leyendo, sigue escribiendo*