martes, 14 de abril de 2009

Rodillas mudas

Planteando la loquería como agente recurrente y asuntos de sabiduría trae la habladuría insustentable y demagogia experta en lo errado de las descripciones pertinentes. Y la locura, ahora como sujeto y sustantivo, que samarrea y anula a la cordura. Plasma lo que se dice para sí en momentos de reflexión sin criterio, necesidad o tema específico. Si con lo conocido se puede cocinar uno que otro pastel incongruente con la dicotomía planteada, que se pierde en el hundimiento del caso aunando lo suelto, lo que corre a la deriva. El légano confunde y se intenta hacerlo perdurar en la riada y en la sequía del pensamiento. Pero lo momentáneo sacia cualquier ansia de sueño o deseos que con ahínco se intenta insertar cada escena carente de conectores o fundamentos en la cinta que se roda a elenco completo. Arritmia bucal al amanecer cuadrado sonrojando imperterritamente lo correcto.

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